La basílica recibirá el próximo día 20 la estructura de madera del techo
La cobertura de la nave central abrirá un nuevo capítulo en la construcciónLa construcción de la basílica de Santa Teresa de Jesús entrará en un nuevo capítulo el próximo 20 de octubre, en plenas fiestas patronales en honor a la santa andariega, con la llegada de las piezas de madera que cubrirán el interior de la nave central octogonal y la capilla cabecera, según informó el jefe de obra del cerramiento, Fernando Ramos. Será el primer momento en el que, tras la estructura de hormigón que se ha colocado en el ábside, desde el interior se empiecen a ver los resultados de la fase de conclusión del templo católico. Aun así, será pronto para ver en su plenitud la basílica. La diócesis de Salamanca se ha establecido como límite para consagrar el templo el año 2014, el cuarto centenario de la beatificación de Teresa de Jesús por la Iglesia Católica (así lo decidió el Papa Gregorio XV el 24 de abril de ese año). Para que la obra esté concluida, el Obispado necesita un total de 3,5 millones de euros. Actualmente dispone de uno y medio, aproximadamente, y en el mes de febrero inició una campaña de captación de donativos. La cubierta de madera, arcos y vigas, está compuesta por tarima mixta de madera de diferentes materiales y grosores, que caerán desde la nave central de forma abovedada hacia las ocho esquinas de este espacio, que albergará el altar desde una altura aproximada de 22 metros. Esta especie de artesonado será lo que vean los feligreses cuando miren al atrio y alcen la vista. Acto seguido a la instalación de la tarima, los obreros de Construcciones y Mantenimiento Yáñez, a quien la diócesis le ha encargado la obra, procederán a la colocación el tejado de chapa de cobre natural en la nave octogonal y la especie de arbotantes que la rodea. Todas las operaciones pertenecen aún a la primera fase de la obra, que consta de tres. La primera comprende las actuaciones en la cabecera del templo. La segunda, en el crucero. La tercera quedará para la naves centrales y laterales que albergan diferentes capillas de fieles.
Nueve meses de obras
Las obras comenzaron a principios de año con la instalación de las grúas y los andamios metálicos que rodean el ábside, con una altura de hasta veinte metros. Durante estos nueve primeros meses de construcción, la contrata ha procedido a alzar los muros centrales y perimetrales de la cabecera, ya que cada uno tenía una altura diferente, tal y como se abandonó la construcción la última vez. A su vez, se ha procedido a crear una estructura techada con hormigón armado visible ya desde la Plaza Mayor. En el interior se ha utilizado ladrillo cara a la vista para las zonas de nueva construcción y piedra de Villamayor para aquellos pilares que quedaron desiguales. La basílica fue un proyecto del obispo Tomás Cámara en 1895 que, en origen, tenía unas dimensiones colosales: se debería ver su cúpula desde Salamanca.
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